Fundación Manos que Sostienen A.C.
En base a mi experiencia como psicoterapeuta psicoemocional y desarrollando talleres de sensibilización gestáltica, se dio la oportunidad de llevar a cabo un proyecto para niños de población vulnerable e bajos recursos, y lo iniciamos en dos escuelas primarias oficiales en Naucalpan Estado de México. Nos ofrecieron la clase de habilidades socio-emocionales, en la cual es donde empezamos a realizar los talleres, con el objetivo de regular emocionalmente a los pequeños por medio de la expresión tanto como corporal, así como verbal. Muchas ocasiones los pequeños están atrapados de las emociones dolorosas de sus propios sistemas familiares y/o de su entorno. Hicimos un piloto de seis meses aproximadamente en el ciclo escolar 18-19, y en este ciclo ya lo realizamos formalmente.
La experiencia que hemos tenido ha sido muy favorable para los pequeños, esto se refleja en su comportamiento dentro del salón de clases y sus relaciones. Incluimos la meditación como base de su centramiento, en un espacio seguro para ellos mismos integrándolo al trabajo de expresión emocional.
¿Quiénes somos?
Somos un equipo de terapeutas humanistas gestálticas, que nos formamos en la regulación psicoemocional, todas con la voluntad de darles a los pequeños mayor fortaleza interna, elevar su energía para el bienestar y regular las emociones que les impactan en la vida y no cargarlas desde la temprana edad, contribuimos a generar un nivel de consciencia en amor a sí mismos, pese a las circunstancias, ofreciéndoles herramientas para saber cómo manejar sus emociones, dependiendo de cada nivel de desarrollo para sus edades.
El propósito del DAR es AMOR
Regularmente estamos en situaciones que nos preocupan demasiado, y llegamos a ensimismarnos de todo lo que tenemos que resolver, no vemos más allá que no sean finanzas, familia, pareja, amor-desamor, trabajo, relaciones. Es muy fácil quedarnos o fijarnos en este estado. Esto nos genera mucho estrés, frustración, impotencia, depresión, etc. que nos hace olvidarnos paradójicamente de los demás y sobre todo de nosotros mismos. En momentos así, estos sentimientos se apoderan de nuestro espacio vital. Si recordáramos que DAR al otro, ocuparnos de algún problema del otro nos ayuda a poder salir de ese espacio que nos tiene atrapados, esto nos beneficia, poner la atención a otros nos quita de nosotros mismos y eso es sanador, abrimos un espacio mental de ayuda, ocupación, servicio, es algo que se regresa a nosotros mismos sin darnos cuenta.
A veces hacemos cosas buenas para que se nos regresen y seamos felices, pero muchas veces esto no sucede y nos quedamos en un estado de frustración o decepción nuevamente. Yo en ocasiones también lo hacía, con el objetivo de sentir la felicidad y el amor como fin último y he aprendido que la felicidad y el amor no son el fin último, sino el DAR. Cuando seguimos nuestra sabiduría interior y este centro que sabe, nos dice que demos sin recibir nada a cambio, porque es algo que emerge de nuestra naturaleza, siempre lo negociamos, si estará bien o mal, si me conviene o no, si me van a ver la cara, si los demás me criticarán, si se enojarán, porqué lo haría, tendría que recibir algo a cambio, etc... todos estos cuestionamientos al final son para no sentirme mal, sino que me darán bienestar y me sentiré bien, me tendría que convenir. Pero este sentimiento es momentáneo si logro el objetivo.
Lo interesante es poder hacerle caso a esta sabiduría interna que nos dice “DA sin condiciones, sin esperar nada a cambio, simplemente hacerlo” y cuando lo llevas a cabo, el amor, la felicidad, se manifiestan, y el sentimiento de bienestar es incomparable, en esos momentos eres el ser más completo que pueda existir, y esta experiencia no la cambiarías por nada. Si el universo te regresa algo más o no, eso ya no importa porque te lo regala justo en el momento de DAR.
Así que contribuir a las causas de forma activa (dar dinero cuenta) pero el milagro del amor y la felicidad está en la participación activa. Cuando lo experimentas, nunca más lo dejarás de hacer. Hay tantos sitio donde DAR, a donde mires, en tu propia familia, por todos lados hay oportunidades de dar: escuchar, compañar, una palabra de esperanza, de amor, creatividad.
DANDO te DAS y cuando te das amor y felicidad a ti mismo DAS sin tener que buscar a quién, simplemente en eso te descubres, tu sola presencia DA, porque ya somos seres de AMOR.
Cultivarnos a nosotros mismos en amor, en ponernos límites de lo que nos hace daño, de ser compasivos con nosotros, no lastimarnos, no criticarnos, y sobre todo aceptarnos tal y como somos, con nuestras sombras, eso nos ayuda a integrarnos y ser más amorosos con quienes somos. Date amor y darás amor. Entonces vivirás la mayor de las experiencias de amor y felicidad.
Mi objetivo como fin último no es la felicidad ni el amor, es DAR porque ahí mismo se viven.
Psict. Diana Mercado
Fundación Manos que Sostienen A.C.