“He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. -El Principito, Antoine de Exúpery-
Tal vez uno de los mayores dones que nos regala la vida es poder “mirar con los ojos del corazón”. Descubrirnos en nuestra inocencia, en nuestra bondad para acceder a lo que nos es negado desde nuestra mente nos abre la puerta a lo invisible.
Y , ¿qué significa mirar con los ojos del corazón? Para empezar se trata de prescindir de creencias limitantes, de mirar y afrontar los miedos que nos impiden ver más allá de lo que “creemos” que hay. Además esta consciencia súbita nos permite comenzar a despojarnos de todo prejuicio, de toda idea preconcebida sobre lo que podría o debería ser y suceder en la experiencia que estamos llevando a cabo. ES tan “fácil” como dejarnos en paz y simplemente Ser para abrirnos a recibir lo mejor que la vida tiene para nosotr@s . Dejar que ésta nos sorprenda al dar lugar a la curiosidad, a la aventura del vivir y a lo no visible, a lo que la mente no puede percibir.
Así pues, una vez bajamos la guardia y eliminamos todo aquello que nos impide VER en su totalidad, en su grandeza, en su novedad, en sus infinitas posibilidades, nos dejaremos caer en un universo de luz, de aprendizaje, de crecimiento, de sabiduría, de re-evolución y lo más importante: conectaremos con lo que ES, ya que estamos dispuestos para relacionarnos con lo que real y verdaderamente se manifiesta sin filtros. Entonces se produce el milagro de lo inesperado. El enfoque en la luz, en lo esencialmente trascendente ( ya se darán en su momento las sombras, si es que se tienen que dar).
De modo que si nos desnudarnos de principios e ideas preestablecidas sobre cómo tiene que ser la experiencia para dejar paso a nuestra mirada infantil sin juzgar, simplemente estando con el corazón, en pura presencia, en pura receptividad y esperando que la magia se produzca alcanzaremos la mas maravillosa y fantástica de las experiencias y experimentaremos la alegría del que se reconoce en el/lo otro. TE VEO. TE RECONOZCO, diríamos…, Aprendiendo-NOS. Re-conociéndo-NOS..